Tomates cosechados y cultivados bajo las ideas de la Agricultura Natural de Masanobu Fukuoka… básicamente se trata de no-hacer, es decir, de observar previamente la naturaleza cómo se comporta, e intervenirla lo menos posible.

Por ejemplo las tomateras no fueron entutoradas porque ellas no son trepadoras sino rastreras, es decir que se extienden por el terreno buscando echar raíces en otras partes y así producir más frutos.

Los frutos no se pudrieron al estar cerca de la tierra (dado que hay pasto), y el único problema que tuve es que algunos fueron comidos un poco por unas babosas pequeñas, pero los daños fueron menores realmente y hubieran ocurrido de todos modos si estuvieran entutoradas.

Incluso supongo que el pasto y malezas que rodean las tomateras ayudan a que los efectos del poderoso sol del verano no sean tan dañinos, evitan la excesiva evaporación de la humedad en el suelo, fomentan la vida de micro y macro organismos (bacterias, gusanos, arañas, etc.), es decir que los yuyos ayudan a crear un suelo más fértil.

Entonces, no hice nada, sólo las planté y los coseché. Quedan muchos más en la huerta para ir cosechando durante el verano que ya comenzará en pocos días.

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