Guayabox comenta en infojardin.com algo muy interesante: las variedades que logró él mediante la propagación por semilla produjeron gran variabilidad en los frutos y, sin embargo, todos tienen su gracia:
“Hola! Me atrevo a opinar porque están hablando de la fruta que , desde pequeño , más me ha gustado. Vivo en Uruguay cerca del Río Santa Lucia. En esta zona es común encontrar plantas de guayabos en las casas y los campos. Les aseguro que los sabores y tamaños difieren grandemente de una a otra planta. En mi casa paterna existen todavía 4 plantas que mi abuelo trajo del monte hace más de 80 años y están saludables, luego de habernos dado miles de quilos. Al casarme y mudarme decidí plantar en la nueva casa algún ejemplar para que mis hijos continuaran con la tradición familiar. Mi padre me había mencionado acerca de un Guayabo existente en el camino a la escuela rural donde él y mi madre (novios desde entonces) comían al volver de clase. Recogí plantínes nacidos alrededor del añejo árbol y con maceta de tierra los planté. Luego de tres años , comprobé lo que ya conocía por comentarios de los viejos: cada planta me brindaba sabores completamente diferentes (a pesar de ser “hermanos”). Unos frutos resultaron jugosos medianos y ácidos, otros grandes , cremosos y dulces y los últimos pequeños pero increiblemente jugosos y dulces. Por último , no se priven de plantar y sin cuidado alguno disfrutar por decenas de años de una fruta sin pesticidas. Saludos desde Los Cerrillos, la patria del salchichón casero.”
Al final confirma que es posible cultivarlos con el método Fukuoka de no-hacer.